La ministra de Salud, Carla Vizzotti, advirtió hoy que «está en aumento» la circulación de las nuevas cepas de coronavirus en el país y reconoció que la Argentina está «en un momento crítico, no sólo desde lo sanitario, sino también desde lo social, lo emocional», a la vez que admitió que el Gobierno desconoce cuándo llegarán al país más vacunas para continuar con la campaña de inmunización y remarcó que todavía es pronto para conocer el impacto que tuvieron las medidas tomadas por Alberto Fernández.
«La verdad es que es el mensaje más difícil que me toca dar desde que empezó la pandemia. Estamos en un momento crítico, no sólo desde lo sanitario, sino también desde lo social, lo emocional», comenzó la funcionaria nacional. En conferencia de prensa en Casa Rosada, la integrante del Gabinete señaló que «la situación es delicada» ante la segunda ola ya que se entremezclan un fuerte aumento de casos con un sistema de salud tensionado y la escasez de vacunas a nivel local y global.
«Estamos preocupados. El sistema de salud está en tensión. La situación no es la misma que en 2020. El aumento acelerado hace que se haya puesto en tensión sobre todo las camas de terapia intensiva», afirmó. Y agregó: «Tenemos variantes de preocupación circulando en la Argentina. Ha aumentado al 10% el porcentaje de las variantes del Reino Unido y Manaos. No están circulando en forma predominante, pero están en aumento y eso es una preocupación».
Ante el feroz incremento de los contagios en los últimos días, la integrante del Gabinete señaló que «las únicas medidas que son efectivas son las que se cumplen» y pidió «postergar toda actividad que no sea prioritaria«, en tanto que advirtió que la situación del sistema sanitario es más compleja que la del año pasado porque «se están atendiendo otras patologías» que el año pasado se pospusieron.
«Hagamos lo mínimo indispensable. Posterguemos toda actividad que no sea prioritaria: sólo salgamos a trabajar, a realizar las actividades indispensables, a llevar a los chicos a la escuela», manifestó. Y explicó: «Lo que hemos observado es que siempre, en algún momento del día, todos bajamos la guardia con los cuidados porque estamos con alguien de confianza y ahí es cuando más se contagia la gente».
E insistió: «Vamos a tener que postergar festejos, cumpleaños, bautismos, reuniones sociales y de amigos: es clave para disminuir la transmisión».
Al ser consultada sobre la posibilidad de que se profundicen las medidas de restricción, la ministra explicó: «No hay ninguna duda y hay un consenso absoluto de que todavía necesitamos unos días para ver el impacto de estas medidas. Los casos que estamos viendo ahora son de diez días antes de haber implementado las medidas. El número de casos no va a ser un parámetro individual para poder tomar las decisiones, sino una serie de indicadores, como la velocidad de aumento, la ocupación de camas de terapia y el cumplimiento de las medidas».
«Se está evaluando permanentemente y en el momento que sea oportuno y consensuado vamos a definir si hace falta tomar alguna medida más y en qué momento para poder fortalecer las que ya se implementaron y tratar de lograr estos objetivos», añadió.
Vizzotti también aclaró que todos los gobernadores tienen la posibilidad de aumentar las medidas de cuidado incluso en los distritos que todavía no son considerados de alto riesgo epidemiológico: «Los gobernadores pueden fortalecer las medidas si bien un aumento de casos o si ven que circula una cepa peligrosa».
Vizzotti también pidió que «todo el arco político esté a la altura de las circunstancias» y realizó un llamado a la oposición: «No es momento de generar más tensión».
«La pandemia no terminó. Realmente estamos cansados y preocupados. Somos plenamente conscientes de eso. El Gobierno va a acompañar a cada argentino que necesite asistencia en esta situación y hará su máximo esfuerzo para sostener ese apoyo», aseguró la ministra de Salud, quien pidió a la población tener «calma y consenso».
Además, subrayó que «sigue vigente la escasez global de vacunas», pero remarcó que el Gobierno trabaja para lograr el abastecimiento de dosis. En ese sentido, celebró la «velocidad de aplicación» que imprimieron las provincias a la campaña de vacunación y destacó que el 97% de las vacunas recibidas ya fue distribuida entre las distintas unidades que se encargar de inocular a la población.
Al ser consultada sobre la llegada de nuevas dosis, la funcionaria nacional explicó: «Estamos en este proceso de producción, cuando termina la producción del lote se hace el control de calidad y si se aprueba, se avisa y se genera toda la acción para ir a buscarlas. Éstas son las situaciones que no están sucediendo. Estamos esperando tener alguna información. Tenemos la expectativa de que pronto podamos tener algún embarque y continuar la campaña de vacunación».
Asimismo, la ministra aclaró, frente a distintas publicaciones periodísticas, que todas las vacunas que se están aplicando en la Argentina demostraron tener una «alta efectividad» tanto en la disminución de contagios como en la reducción de cuadros graves durante el transcurso de la enfermedad.
El stock de vacunas disponibles en el país se agotará este fin de semana, por lo que se corre el riesgo de que se frene abruptamente el plan de inmunización contra el coronavirus.
Más temprano, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, había precisado que en la Ciudad «se recibieron 608.100 vacunas y se aplicaron 560.005″ y había agregado: «En los próximos cuatro días tenemos los turnos para esas 50 mil vacunas que aún tenemos».
«El 15,69 por ciento de la población total de la Ciudad recibió al menos una dosis. Son números significativos, se han acelerado mucho los últimos días y esperamos recibir la provisión de vacunas en el volumen que necesitamos para poder mantener el ritmo de vacunación que estamos teniendo», había destacado el funcionario porteño, quien luego añadió: «Estaremos pendientes del arribo de un nuevo vuelo».
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