Patricio Reynoso, el hombre buscado como sospechoso del femicidio de Pilar Riesco, la estudiante universitaria que murió al caer de un balcón en el barrio porteño de Nueva Pompeya en marzo de 2020, ingresó a la lista de alertas rojas de los más buscados por Interpol, ya que hace más de un mes está prófugo, informaron hoy fuentes de la investigación.
Reynoso (32), está acusado del “homicidio calificado por el vínculo y por haber mediado violencia de género” de su pareja, Riesco (21), delito que prevé una pena de prisión perpetua.
Según los registros de Interpol, Reynoso, quien tiene pedido de captura internacional desde el pasado 13 de abril, nació en la Argentina el 20 de junio de 1988 y habla únicamente el idioma español.
“La circular roja implica que tiene un pedido de captura nacional e internacional. Esto significa que si sale del país por un paso legal lo van a detener en el momento y que si está en otro país, efectivos de Interpol pueden detenerlo y deportarlo a la Argentina para ponerlo a disposición de la Justicia nacional”, explicó una fuente de la investigación consultada por Télam.
Por su parte, Adriana Chiaverano, madre de Pilar, dijo a esta agencia que “todo aporte de organismos que están preparados para encontrarlo es positivo. Todo es bueno para poder atrapar a este asesino”.
La alerta roja de Interpol se publicó después de que la jueza Graciela Angulo de Quinn, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 51, dispusiera el 31 de marzo último la detención de Reynoso al considerar que existía «peligro de fuga ante una eventual condena de cumplimiento efectivo”.
Fuentes judiciales informaron a Télam que la decisión de la magistrada coincidió con la solicitud del fiscal de la causa, Martín López Perrando, de ampliar la declaración indagatoria de Reynoso y con los requerimientos de la querella y de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM).
El hombre había estado detenido un tiempo por el crimen de Pílar y luego fue excarcelado por decisión de la sala V de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, que consideró que no había mérito suficiente como para mantenerlo con prisión preventiva.
«Desde aquella intervención hasta la fecha se han reunido nuevos elementos probatorios que se han traducido en un avance en la pesquisa y confirman el inicial temperamento adoptado», sostuvo en el escrito -al que Télam tuvo acceso- presentado por el fiscal ante la jueza.
De esa manera, la magistrada ordenó una ampliación de la declaración indagatoria del sospechoso y libró una orden de detención para que interviniera personal de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad, que no pudo dar con él.
Fuentes de la investigación confirmaron a Télam que se realizaron allanamientos en domicilios ubicados en la ciudad de Buenos Aires y en la localidad bonaerense de Ciudad Evita, sin resultados.
Una persona con acceso a la causa indicó que existen filmaciones en las que se observa al sospechoso dentro del ámbito de la ciudad de Buenos Aires.
Por su parte, Chiaverano aseguró que le solicitó al Juzgado que se ofrezca una recompensa para quien aporte datos sobre el paradero de Reynoso.
«Lo pedí y estoy esperando que se ponga el monto y se garantice la seguridad a quienes aporten datos”, agregó.
“Espero que sea muy pronto que se ponga a derecho en la justicia y que ahí diga lo que tenga que decir. Tiene su derecho a defenderse pero tiene que presentarse primero”, sostuvo la mujer en referencia a Reynoso.
Por último, la madre de Pilar adelantó que va a denunciar a algunas personas que testificaron durante la instrucción de la causa, entre ellas a una amiga de Reynoso que dijo que escuchó gritos pese a que luego se estableció por el impacto de la antena de celulares que se encontraba a 20 cuadras de distancia al momento del hecho.
“Si yo lo busco sé que lo voy a encontrar”, finalizó Chiaverano al referirse de Reynoso.
El episodio investigado ocurrió cerca de las 16.30 del domingo 15 de marzo de 2020, cuando la joven cayó del balcón del departamento «E» del cuarto piso de la calle Alagón 305, en Nueva Pompeya.
Según la pesquisa, Reynoso había regresado de bailar a las 8, se acostó a dormir y cuando se despertó comenzó una discusión prolongada con la joven, con quien convivía.
El imputado afirmó que Riesco comenzó a increparlo, a gritarle, a decirle que no lo quería, que incluso en un momento le arrojó un portarretrato con una foto de ellos y que luego fue al balcón y se tiró al vacío.
Sin embargo, para la fiscalía y la querella, Reynoso «le propinó golpes varios» que le causaron «múltiples» lesiones.
Desde este año, y a pedido de la madre de la víctima, la UFEM, a cargo de Mariela Labozzetta, comenzó a prestar colaboración en la investigación.
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