diciembre 22, 2024

Tras las declaraciones de Matías Almeyda, Azul reclama por las vacunas

Alejandro Vieyra, jefe de Gabinete de Azul

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El ex futbolista reveló que había acordado la compra de miles de dosis para vacunar a la ciudad, pero que no pudo ingresarlas al país. Ahora, desde la intendencia piden que liberen el acceso de esas vacunas.

En medio de la negociación por la llegada de más vacunas contra el coronavirus, las declaraciones de Matías Almeyda generaron revuelo. Ayer, el ex futbolista dijo que tras la muerte de su padre -que falleció por Covid-19- había iniciado gestiones para adquirir vacunas para inocular a todo Azul, su ciudad natal.

El entrenador, que actualmente se encuentra trabajando en los Estados Unidos, había llegado a un acuerdo con un laboratorio de aquel país, pero no pudo concretar su arribo al país.

Desde la intendencia de Azul afirmaron que Almeyda había cerrado la compra de 30.000 dosis
«Hace 20 días llamé a un político importante de Argentina para preguntarle, porque quería vacunar a todo Azul. Quería vacunar, quería pagar todas las vacunas, pero lamentablemente no se pudo. Tenía los contactos para poder llevarlas y pagar a todo Azul, no me importaba lo que me iba a costar. Si me quedaba sin lo que tenía, no me importaba porque la pérdida de mi padre y de muchos conocidos me da mucha tristeza”, detalló el DT del San Jose Earthquakes de la Major League Soccer, en declaraciones a Radio Mitre.

Un día después de su revelación, desde la intendencia de Azul reclaman por la llegada de esas dosis. «Matías las tiene y no podemos perder esta oportunidad. Tiene la posibilidad de comprarlas porque en Estados Unidos las venden. A él se las venden», enfatizó el jefe de Gabinete local, Alejandro Vieyra.

En diálogo con Radio Continental, el funcionario contó que tras la muerte de su padre, el ex jugador de River se acercó al municipio a través de su hermana, que trabaja en el área de discapacidad, y debido al «faltante de vacunas» comenzó gestiones con «contactos que tiene» en el país norteamericano.

«Decidió hacer este aporte, averiguó cómo se podía hacer y las tenía lista para comprarlas, eran unas 30 mil vacunas. Creía que iba a ser un trámite más sencillo, porque Matías es puro corazón», señaló Vieyra.