Gimnasia y Esgrima tuvo una tarde para el olvido y no pudo contra un mezquino Quilmes que le ganó 2 a 0. Retroceso futbolístico del equipo de Módolo teniendo en cuenta que esta recta del campeonato puede ser traicionera ante el primer tropiezo.
Entendiendo la importancia de este partido, uno esperaba ver a un Gimnasia arrollador en la primer fracción de minutos como aconteció en partidos contra San Martín de Tucumán, Gimnasia y Tiro entre otros, pero esto no se vio reflejado en todo el primer capítulo.
En este sentido Quilmes colaboró para que el espectáculo sea magro ya que aprovechó cada detención del partido para consumir por lo menos treinta segundos y que las acciones no sean contínuas. Sin embargo, su plan salió mejor de lo diagramado.
En su primer llegada y aprovechando un mal pase de Molina que dejó desarticulado el bloque defensivo y Allende con sangre fría definió de manera imperial ante la salida de Bigo sobre el segundo minuto de adición.
Para la etapa final Gimnasia pareció reaccionar e incluso tuvo un cabezazo de Menéndez en el travesaño pero el “Cervecero” tuvo la suficiente capacidad para asestar el segundo en un contragolpe muy virtuoso que tuvo como definidor a Lautaro Parisi a los 12’.
Con la ventaja de dos goles, la visita se replegó y Gimnasia a excepción de algún desborde de Molina o algún centro del mismo atacante no inquietó a su rival y dio la sensación de que, por más minutos que se adicionen, las ideas no iban a aparecer y mucho menos los goles.
La derrota encumbra a Quilmes y hiere fuertemente a Gimnasia porque, de ganar Ferro mañana, caería al sexto lugar de la tabla y deberá ir a ganar o ganar a Remedios de Escalada el próximo sábado por la noche para no salir de la zona de clasificación.
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