enero 7, 2025

La posible eliminación de las PASO genera más fisuras en el PJ y enfrenta a los gobernadores con CFK

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El Gobierno apuesta a tratar su eliminación o suspensión entre febrero y marzo. En Unión por la Patria hay posturas encontradas sobre la necesidad de las elecciones primarias.

¿Habrá o no PASO en las elecciones nacionales de este año? 

La pregunta aún no tiene respuesta. El gobierno nacional se mantiene firme en la idea de eliminarlas, aunque sea dentro del mismo año en el que se llevarán a cabo los comicios. Poco le interesa romper una regla no escrita, que indica que no se hacen modificaciones en el sistema de elecciones en el mismo año en que se llevan a cabo.

En diciembre, la Casa Rosada tuvo la voluntad de tratar su eliminación en sesiones extraordinarias, pero a mitad de camino se dio cuenta de que no tenía el consenso necesario para poder abarcar el tema. La oposición dialoguista le marcó un límite y avisó que no iba a acompañar la eliminación de las elecciones primarias. El tema quedó flotando pero no se cajoneó. Está arriba del escritorio de Javier Milei.

“El Gobierno las quiere eliminar, pero hay sectores de la oposición que empujan la idea de una suspensión por este año. Hay que ver a qué acuerdo se llega. El proyecto podría tratarse en sesiones extraordinarias, en febrero”, avisaron desde Balcarce 50. Los usos y costumbres de la política tradicional no son un problema.

En el peronismo hay un debate aparte sobre la conveniencia o no de las PASO. Hay una frontera bien marcada entre las provincias donde gobierna Unión por la Patria (UP) y en las que son oposición. En este último caso, la discusión es horizontal y, en el momento de crisis que vive la fuerza política, la capacidad de generar acuerdos es muy limitada.

Agustín Rossi y Omar Perotti,Agustín Rossi y Omar Perotti, dos expresiones políticas del peronismo santafesino que está fracturado

En los lugares donde gobierna el PJ consideran que lo mejor es suspender o eliminar las PASO. Más allá de una postura genérica vinculada a la reducción del gasto, en términos de poder político, quitar las primarias aumenta el poder de los gobernadores y fortalece sus liderazgos.

Tienen más peso en la toma de decisiones y si algún sector del peronismo decide abrirse de la línea oficial, está obligado a ir por fuera de la estructura del partido. En ese movimiento pierden volumen y caudal de votos. La gobernación les da a los mandatarios mayor verticalidad en el proceso de discusión electoral. Ganan más de lo que pierden.

Esa misma hipótesis, pero con otra protagonista, tienen algunos de los mandatarios provinciales. “Si eliminamos las PASO, le damos la lapicera a Cristina”, reflexionó uno de ellos. Quienes plantean esa idea entienden que sin primarias se ven obligados a negociar con la presidenta del PJ para armar las listas y evitar fracturas dentro de la estructura provincial. Se disputa y se reparte el poder en un porcentaje diferente.

La ex mandataria no se ha expresado al respecto. Solo dejó en claro su postura contraria al desdoblamiento en la provincia de Buenos Aires, jugada electoral que Axel Kicillof sigue evaluando y que obliga a todo el kircherismo duro a mirar su accionar de reojo. El gobernador bonaerense tampoco definió qué hacer con las PASO en la provincia.

El gobernador de Catamarca, RaúlEl gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, es uno de los peronistas que apoya la idea del Gobierno de eliminar las PASO (Créditos: Casa de Gobierno de Catamarca)

“Son costosas y cansan a la gente. En todo caso, que las diferencias se resuelvan dentro del partido”, exclamó un gobernador peronista. Esa es la postura que tiene el gobierno de Milei. Aunque evitan quedar alineados al oficialismo, muchos dirigentes del peronismo creen que es momento de reestablecer las internas partidarias y evitar las PASO.

Uno de los problemas que ven es la grieta interna del propio espacio político, que dificulta armar una competencia transparente. “Quisimos hacer una interna en el PJ Nacional y no pudimos ni llegar a competir”, se quejó una legisladora que integró la lista del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, que fue invalidada por la justicia federal.

Hay cierto consenso sobre la idea de que el camino adecuado es eliminar las PASO, pero que el plan B debe ser que se realicen, en forma ordenada, las internas partidarias. Tienen que encontrar una forma de resolver las diferencias sin lapicera en mano. La organización de las internas son improbables. Por costos, logística y acuerdos organizativos previos. Un plan difícil de ejecutar en este tiempo donde la estructura política está resquebrajada y deteriorada.

“La interna no está garantizada en el peronismo. Y ese es un gran problema”, se quejó un diputado norteño. Al no tener confianza en la capacidad de organizar un proceso electoral propio, hay dirigentes que ven en las PASO la única posibilidad de lograr una confrontación de voces y una disputa real por los votos de la ciudadanía. La única forma de que la disputa la resuelvan los que ponen el voto en la urna.

En el Frente Renovador deEn el Frente Renovador de Massa hace tiempo se manifestaron en contra de las PASO. CFK aún no se pronunció sobre el tema

Al peronismo les sirven las PASO en las provincias donde no gobierna y en las que hay una fragmentación muy grande de la fuerza política. El mejor ejemplo es Santa Fe, donde el espacio político está dividido en más de cuatro sectores y están viendo la luz las enormes dificultades para lograr acuerdos electorales. En el caso puntual de esa provincia, están afrontando muchos problemas para conformar la lista de convencionales constituyentes.

“Para los que están a favor de eliminar las PASO, miren lo que puede pasar”, se quejó una figura importante del peronismo santafesino, pocas horas después de que el congreso partidario estallara por los aires. Lo mismo puede terminar pasando en Jujuy, donde hay distintos sectores que bregan por la unidad del PJ local, pero deben ponerse de acuerdo para el armado de la lista nacional.

Un diputado nacional, defensor de las PASO, planteó que las elecciones de medio término abren el juego para que cada sector pueda disputar sus internas. El gran problema es el costo, que debe ser asumido por el Estado. “Es la única vida democrática que tiene los partidos políticos”, sostuvo para ejecutar la defensa. Posturas.

“A nivel nacional, hace falta mucho más que unas PASO para ordenar al peronismo. Con o sin primarias, el peronismo es la única alternativa posible para enfrentar con ideas y propuestas claras este modelo de unos pocos beneficiados”, aseguró una legisladora de la zona centro del país, perteneciente a una provincia donde no gobierna el PJ.

La sensación que hay en varias vertientes peronistas es que la eliminación de las PASO condice con lo que sucede en las provincias, donde, en su gran mayoría, ya no hay primarias obligatorias. Solo quedan en Buenos Aires, CABA, Catamarca y Mendoza. En el resto del país ya no existen. Es decir, que tendría lógica que ya no se realicen a nivel nacional.

A ese panorama hay que agregarle un condicionamiento político y estratégico que tiene el peronismo. Muchos legisladores no quieren aparecer votando en conjunto con el gobierno nacional, más allá de que coincidan en el planteo. Una mirada conservadora, teniendo en cuenta que existe un gran cansancio del electorado respecto a la cantidad de veces que se vota en Argentina. La grieta del escenario político impide acercamientos a la luz del día.

“Deberíamos sacar las PASO o, la menos, modificar la ley. Por ejemplo, sino hay rivales, que no se hagan”, propuso un senador con largo recorrido en el Congreso. En el fondo hay una convergencia de pareceres respecto a la eliminación de las elecciones primarias. Planteos de diferentes caminos que constituyan una alternativa.

En lo que resta del verano, el Gobierno debe resolver si realiza o no las PASO. El peronismo se verá obligado a actuar en consecuencia y definir su suerte de acuerdo a la avanzada libertaria sobre el tema. Está atado aunque no quiera.

La falta de un liderazgo unificado y la baja representación en las gobernaciones, construyó un escenario político dinamitado, en el que la oposición tiene que edificar múltiples propuestas provinciales, sin quedar atascados en la gran interna nacional. Un desafío muy complejo para una fuerza política que intenta calibrar la brújula.