Empresa nacional lanza nueva línea de hornos eléctricos y proyecta más inversiones para fin de año

La firma Neba, del grupo Libson, apuesta a su posicionamiento como marca integral de electrodomésticos y destina más de $300 millones en su nuevo producto. Busca competirle a los gigantes del mercado local y a las importaciones con artículos fabricados casi en su totalidad en el país.

La firma Neba, del grupo Libson, lanzó este jueves su nueva línea de hornos eléctricos con una inversión de más de $300 millones en la planta que posee en La Tablada, partido bonaerense de La Matanza, y busca, así, construir una posición fuerte para competir con los gigantes locales del mercado de electrodomésticos.

Actualmente, ya lograron lograron insertar en las principales compañías del sector retail del país una producción de cuatro mil artículos y proyectan alcanzar los 10 mil mensuales para lograr mantener una cifra de 120 mil de forma anual, para agregarla a las más de 70 mil unidades que fabrican por año entre heladeras y freezers en la provincia de Catamarca, de donde la marca es oriunda.

«Tenemos como objetivo incluir a Neba como una marca preferida en el sector medio de la población a través de una fuerte estrategia comercial», señaló Pablo Libson, CEO de la firma, en un diálogo mantenido con Ámbito durante una recorrida por las instalaciones.

Los hornos eléctricos presentados son fabricados casi en un 80% por la empresa en La Tablada mediante maquinarias de última generación importadas que realizan los cortes de láminas de acero, pintado y secado, impresiones en la superficie del producto, inyección termoplástica y terminaciones finales, en un proceso que es acompañado por 300 operarios especialmente capacitados.

A su vez, Neba se nutre de otra empresa que forma parte del grupo, Ecoplast, para las partes que requieren de plásticos y adquiere materiales de Chapas Termium (ex Siderar), la importante siderúrgica argentina.

Toda esta composición erige a la empresa como un ejemplo para la industria local y utiliza esto como una herramienta para marcar territorio en su objetivo de comenzar a hacerse espacio entre las más grandes del segmento.

Cristian Alfaro, director comercial, resaltó esa capacidad para producir con componentes nacionales artículos de primera calidad para el hogar y consideró que este factor hace la diferencia con respecto a la competencia al momento de proteger la mano de obra e industria argentina: «Muchos colegas dicen que fabrican en Argentina pero no es así. Acá ensamblan productos que traen de China, donde tienen otra economía de escala, trabajan con otros costos, no tienen los cargos impositivos que tenemos nosotros».

«Nosotros hacemos todo acá, en el país. Como con las heladeras, que hacemos las hueveras, cubete

La decisión de producir hornos eléctricos no es azarosa, sino que se enmarca en una demanda creciente y en medidas productivas implementadas por el Estado nacional.

«La tecnología que se necesita para un microondas es totalmente diferente y, a pesar de que podríamos fabricarlo, nos decidimos por el horno por una relación de oferta-demanda. También, con las políticas ambiciosas para la industria nacional sabemos que los hornos son productos que van a faltar», afirmó Libson.

Además de alcanzar los números proyectados, la compañía se propone sumar a su producción secarropas y caloventores, y «un electrodoméstico más» que prefirieron no adelantar.

Evento en la empresa

El evento contó además con la presencia del Secretario de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa de la Nación de la Nación; Ariel Schale; el Secretario de la Pequeña y Mediana Empresa y los Emprendedores de la Nación, Guillermo Merediz; el ministro de Industria de la Provincia de Catamarca, Lisandro Álvarez, y la Secretaria de Producción de la Matanza, Débora Giorgi.

«Estamos en cada línea de gestión defendiendo esta Argentina con la convicción de que los grandes problemas que enfrentamos en nuestra estructura económica y social, se solucionan con producción nacional y trabajo argentino. Ese es el sendero y lo que nos mueve día a día», manifestó Schale.

En tanto que Álvarez remarcó la importancia del acompañamiento del Estado y del Grupo Libson para rescatar a Neba de una situación crítica que la paralizó seis meses antes de su adquisición por parte del conglomerado.

«Pudimos salvar a una empresa que estaba a punto de desaparecer y hoy tiene 140 trabajadores, una capacidad instalada a pleno y continúa con inversiones para adquirir más maquinarias», destacó.

A su turno, Goirgi expresó: “Son $ 300 millones que se han invertido en La Matanza y que han generando nuevos puestos de trabajo y productos de alto valor agregado nacional”.