
Dos diuptados libertarios se agarraron a trompadas en el recinto
Los dos legisladores libertarios se tomaron a golpes de puño dentro del recinto, en un impresentable hecho. «Lo que pasó hoy no lo vi nunca», aseguró Martín Menem.
Los diputados nacionales Oscar Zago, de La Libertad Avanza (LLA) y Lisandro Almirón, de la misma fuerza política, se empujaron y pegaron durante el final de la sesión de la Cámara de Diputados.
Todo ocurrió en un costado del recinto, donde los dos legisladores se trenzaron en una pelea. Finalmente, tuvieron que ser separados.
«Lo que pasó hoy no lo vi nunca«, aseguró el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, al ver la escena de los dos legisladores.
La disputa escaló cuando se disponían a votar la “normalización” de la Comisión de Juicio Político, con Marcela Pagano como titular. Almirón, alineado con Menem, se opone a la designación de Pagano, mientras que Zago, quien se distanció del oficialismo, la respaldó.
El oficialismo acelera la discusión del DNU sobre el acuerdo con el FMI
El oficialismo buscará este jueves emitir dictamen en la Comisión Bicameral Permanente sobre el DNU que autoriza al Gobierno a firmar un acuerdo con el FMI para cancelar las deudas con el Banco Central y reforzar las reservas.
La decisión de convocar a esa comisión bicameral para mañana a las 13.30 busca dejar firmado el despacho a favor del DNU, con el fin de tratarlo a la brevedad en la Cámara de Diputados para blindar la medida adoptada por el Poder Ejecutivo.
La ley 26.122 de DNU, aprobada en el 2006 a instancias de Cristina Fernández de Kirchner, establece que con el respaldo de una sola cámara queda firme esa medida del Gobierno, a diferencia de una ley que requiere el aval de las dos cámaras del Congreso.
En la comisión bicameral, el oficialismo necesita ocho firmas y para eso necesita que firmen el despacho, ademas de su presidente Juan Carlos Pagotto, los diputados Diego Santilli (PRO); el radical Francisco Monti; el ex libertario Oscar Zago (MID); Lisandro Almiron (LLA) y los senadores Luis Juez (PRO), Víctor Zimermman (UCR) y Carlos Espíndola (Provincias Unidas).
De todos modos, para poder lograr su objetivo de conseguir la aprobación en la Cámara de Diputados, el Gobierno deberá apelar a negociaciones con los bloques dialoguistas del PRO y la UCR, MID, Encuentro Federal, e Innovación Federal.

Pero también deberá tener el apoyo de los bloques de Independencia, de Producción y Trabajo y de Por Santa Cruz, que responden a los gobernadores de Tucumán, Osvaldo Jaldo; de San Juan, Marcelo Orrego, y de Santa Cruz, Claudio Vidal.
El oficialismo buscará además, como hizo en otras ocasiones, el respaldo de los diputados de UxP que tienen terminal con los gobernadores de Catamarca, Raúl Jalil, y de Santiago del Estero, Gerardo Zamora.
Sin embargo, el primer obstáculo que deberá superar será elegir al nuevo presidente de ese organismo parlamentario en reemplazo del senador libertario Juan Carlos Pagotto, ya que este año la presidencia le corresponde a la Cámara de Diputados.
En principio, el oficialismo buscará mantener a Pagotto ya que aún no hay consenso entre La Libertad Avanza (LLA) y los bloques dialoguistas sobre quien será el nuevo presidente dela bicameral, y las opciones que se manejaban eran el libertarioLisandro Almirón, el macrista Santilli o el radicalFrancisco Monti, cercano al oficialismo.
De acuerdo al DNU, las operaciones de crédito público contenidas en el Programa de Facilidades Extendidas «tendrán un plazo de amortización de 10 años con un período de gracia de cuatro años y seis meses».
También fijan que se destinarán a cancelar «las letras intransferibles en dólares en poder del Banco Central» y «las operaciones de crédito público celebradas en el marco del Programa de Facilidades Extendidas de 2022 cuyo vencimiento opere dentro de los cuatro años de la suscripción del acuerdo».
En el DNU se indicó que «contar con un nivel satisfactorio de reservas es vital para la reducción del riesgo país y para que se aumenten las facilidades para la reinserción de la República Argentina al mercado de capitales internacional», y que la baja calidad del activo del Banco Central «impacta sobre su capacidad de promover la estabilidad monetaria y financiera, el empleo y el desarrollo económico».
También señaló que el denominado «cepo cambiario» reduce la eficiencia de la economía y dificulta la inversión de largo plazo. Destacó que «atento al compromiso inclaudicable de esta administración por trabajar en su disminución y posterior erradicación, es un deber impostergable avanzar en la cancelación de una parte sustancial de las deudas del Tesoro Nacional con la entidad monetaria».
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